La lectura y ese clic con el corazón

Lcda. Ana Marina Yol

Biblioteca UPANA

Universidad Panamericana (UPANA)

Inicialmente resalto, que cuando somos padres es normal llenarnos de preguntas…
 
¿Cómo hago para que mi hijo lea?
¿Qué sucede si a largo plazo, a mi hijo no le gusta la lectura?
 
La lectura es un proceso en el que los padres, jugamos un papel importantísimo.
 
Sin embargo, a lo largo de estos años trabajando en educación superior en Universidad Panamericana (UPANA), he constatado, que es posible adquirir el hábito lector, pero no es lo ideal, ya que a estas alturas, nos vemos obligados a hacerlo.

Lo correcto es que los niños inicien su relación con los libros a temprana edad.

Los beneficios de la lectura son muchos y no los vamos a enumerar, lo que sí les puedo garantizar, es que a través de ella, se puede incidir en la vida de nuestros hijos y puede fortalecer su vida escolar, sobre todo si forman parte de una Comunidad como la de Colegio Verbo, en donde siempre están retándolos a superarse a sí mismos y a ser una mejor versión de ellos mismos.
 
Como indiqué anteriormente, los padres jugamos un papel vital en este proceso, así que vamos a pensar, con cuál de estas afirmaciones nos identificamos:
 
• Mientras espero a mi hijo en Colegio Verbo, leo durante 30 minutos.
• Me compré un Kindle, ahora leeré donde sea.
• La Biblioteca de UPANA, me envía capítulos de libros para leer gratis.
• No tengo tiempo para leer.

Estimados padres, recordemos que ejemplo arrastra y a través de la lectura, también encontramos una buena oportunidad para enseñar principios y valores .

Entonces pensé, de qué manera podía hacerle saber que me despedía de él y que antes de irme, le dejaba un beso…
 
Al inicio, solo leía imágenes y usé eso a nuestro favor; recorté pequeños trozos de papel y a veces, usaba servilletas.
 
Al inicio eran corazones, caritas felices o caritas con un beso y siempre se las dejaba debajo de la almohada; luego incorporé monosílabas e imágenes. (fotos)

Cuando nos platicábamos al medio día, lo primero que me decía era: mami me dejaste una carta de amor y la leí. Obviamente, yo moría de amor.

 

 

Esta estrategia la inicié cuando mi hijo tenía 3 años, ha pasado el tiempo y hoy día, tiene casi 8. He tratado de ser disciplinada porque esto, ya tuvo un doble propósito: enseñarle a leer y conectar en la distancia.

Lo interesante de esto es que no solo conecto con la lectura, sino que ahora él, también escribe. Vale la pena incentivar el hábito lector y como padres, podemos usar esta estrategia para hacer clic y conectar con su corazón…
Lcda. Ana Marina Yol
Biblioteca UPANA
Universidad Panamericana (UPANA)