M. SC. Sandy García Gaítan

Directora Académica Nacional

 Colegios Verbo Guatemala

“Ser maestro es llevar en las manos una antorcha de luz encendida y llamar a los hombres hermanos, y llenar de grandezas la vida”, invoca el himno al maestro, de la escritora Luz Valle. Es una estrofa que inspira a muchos mentores a continuar su digna labor de educar.

 

El 25 de junio se celebra en Guatemala el Día del Maestro, esta fecha se estableció oficialmente a través del Acuerdo Gubernativo 352-2006, sin embargo, el Día Internacional del docente dado por la ONU, es el 5 de octubre desde 1994.

Por lo que la ocasión me permite expresarles no sólo mi sincera felicitación por el Día del Maestro, sino también expresar mi admiración y respeto por la loable función que desempeñan en los colegios Verbo que por más de 40 años se ha caracterizado por ser una institución basada en principios y valores cristianos.

 

Quienes trabajamos como profesionales de la educación tenemos la responsabilidad de reflexionar sobre nuestra práctica educativa. Necesitamos el involucramiento de un agente de cambio primordial “nosotros mismos”. Porque más allá de las políticas educativas, un currículo flexible, metodologías activas; nosotros, los padres, estudiantes y miembros de la comunidad educativa tenemos el poder de potenciar el cambio que Sí está en nuestras manos.

La pandemia de COVID-19 evidenció aún más los desafíos que se tiene en la educación, pero ustedes como un gran equipo de colegios Verbo han demostrado, una vez más, una gran capacidad de liderazgo e innovación para asegurar que el aprendizaje no se puede detener y procurar porque ningún estudiante se desanime si no que prosiga su meta sobre una base firme respaldada en los principios y valores bíblicos.

La pandemia de COVID-19 evidenció aún más los desafíos que se tiene en la educación, pero ustedes como un gran equipo de colegios Verbo han demostrado, una vez más, una gran capacidad de liderazgo e innovación para asegurar que el aprendizaje no se puede detener y procurar porque ningún estudiante se desanime si no que prosiga su meta sobre una base firme respaldada en los principios y valores bíblicos.

Que nuestra inspiración de vida sea Jesús, el maestro de maestro quien, con su ejemplo de liderazgo, amor, perseverancia nos enseña la aplicación de los principios y valores bíblicos a las experiencias diarias y prácticas de nuestro proceder.

Pero los maestros sabios, que enseñaron a muchos a andar por el buen camino, brillarán para siempre como las estrellas del cielo. (Daniel 12:3) TLA.

Saludos

M. SC. Sandy García